A una hora escasa de Lisboa y a media hora del mar, se levanta una ciudadela fortificada llamada Óbidos en cuyo interior se refugian poco más de 3.000 personas, pero más de 50.000 libros, y que desde el 2015 puede presumir del título de Ciudad Literaria, otorgado por la UNESCO.
Esta vila portuguesa, además de disponer del encanto de sus murallas medievales, de los murales de azulejos de la Puerta da Vila —puerta de acceso a la ciudad— y de sus callejuelas empedradas y sus casas pintadas tradicionales, también permite disfrutar de diferentes actividades literarias y, sobre todo, de sus maravillosas librerías.
Livraria de Santiago
El fenómeno librero que convirtió la villa en destino literario comenzó con la transformación de la Iglesia de São Tiago, un edificio del siglo XIII que estaba prácticamente en ruinas, en la Livraria de Santiago gracias a la iniciativa de LerDevagar, que tras recibir una inyección de capital de Europa de 300.000 euros lograron restaurar el edificio para convertirlo en librería.
En este icónico edificio reconvertido, no solo se pueden comprar libros, sino también asistir a la proyección de películas, exposiciones, charlas o incluso tomar un café o un té.
Y eso es solo la primera piedra de la ciudad de los libros portuguesa. Además de esta iglesia reconvertida en librería, por las calles de Óbidos nos podemos encontrar también con la Livraria do Mercado, la cual no es solo una librería sino también una tienda de productos ecológicos cuyo catálogo está especializado en libros raros, libros de viajes y gastronomía.
Livraria do Mercado
O La Livraria da Adega (Espaço Ó), por ejemplo, que ofrece vinos además de libros y pone a disposición de sus visitantes espacios de trabajo que puede ser alquilados según las necesidades de los visitantes, presentando un concepto de trabajo alternativo en la que todos los participantes contribuyen con ideas y soluciones para llevar a cabo determinados proyectos. A esto lo llaman ‘CoLab’ (Laboratorio de Colaboración).
Aunque quizá lo más famoso de esta Ciudad Literaria no sean sus librerías sino The Literary Man, un hotel que ocupa un viejo convento del siglo XVIII y que se ha convertido en el mayor hotel literario del mundo gracias a su variada colección de más de 50.000 títulos.
Restaurante de The Literary Man
Según su promotor, el escritor Telmo Faria, el objetivo que se han marcado es alcanzar los 100.000 libros recubriendo las paredes del bar, la recepción, los pasillos, el restaurante o las estanterías de las habitaciones, la mayoría gracias a acuerdos con editoriales y a donaciones de particulares.
Aunque el título de Ciudad Literaria y el uso de los libros en estos negocios sea más un reclamo turístico que otra cosa, siempre es agradable toparse con estos lugares durante un viaje. Además, no cabe duda de que Portugal es un país que se está poniendo de moda: por qué no soñar con que algún día lo esté también la literatura.
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1 comentario
Excelente, es como un oasis en un mundo tan convulsionado donde el estrés te deja sin aliento algunas veces