Iris Mónica Vargas es una escritora puertorriqueña, caribeña y latinoamericana/
Checklist
Revisas cada paso.
Intentas regresar después
de haberte ido. Observas con cuidado.
Contemplas muy atento
las esquinas, los virajes,
el paso equivocado. Extiendes
el espejo hacia la luz, y escurres
la memoria hasta la curva.
Como cartografía, todo lo vas examinando
allí hasta donde llega la imaginación.
Te escuchas decir, «Ya no recuerdo»,
y tienes la intuición, «algo ha cambiado».
No son tuyas las esquinas,
las ebrias caídas y los peces
de aquel restaurante japonés.
¿Acaso es el recuerdo lo que escapa,
o esa cosa sin nombre?
Insomnio: un sueño que permuta
Tu sombra se aproxima lentamente
la brusca tempestad de los segundos
Noel Luna
Tu sombra se aproxima lentamente,
tu cuerpo hace contacto,
se funden las dos fases
y cierran las cortinas que hace un rato
la brusca tempestad de los segundos
agitaba a consciencia.
Por la concavidad de aquella bóveda
se cuelan los cantos,
y los peces,
y nada se desviste de su alta precisión,
mas bien, todo permuta:
los que bailaban, hablan;
los que hablaban revuelven letras,
sentados a sus mesas beben vinos,
y trazan con el ritmo de sus dedos
las curvas del jazz que los agarra,
guarecidos de la caída del sueño.
Tal vez mañana intenten recordarlo,
.pero estarán dormidos.
El bar abre sus puertas,
—de nuevo—
a medianoche.
Esa pesada calma
Bajo un árbol sin nombre, curiosos los lenguajes
se mezclan y desglosan. Un pie le cava un cráter
a la arena. Caen las hojas. El mar llega rodando
y escapa entre guiños de luz. Pasean las mariposas.
Dos ramitas perdidas golpean el ala en mi sombrero
imaginario.
¿Sospecharán la página?
¿Buscarán que las cante?
La hormiga husmea sabueso
dejando su huella entre los grafos.
¿Querrá, también, sentir
que algo ha vivido?
Primeras nupcias
Dos criaturas del olvido
han prometido recordarse
por el camino de escamas
que termina alguna vez
en colisión de corrientes variando
la dirección de sus danzas;
mareas que se entregan y se ensanchan
sobre la orilla endurecida que le expone
el cuerpo blando en sus entrañas.
Yo quiero recordarte de sirena.
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