Cleofé Campuzano (Murcia, 1986). Inició sus estudios universitarios en Filología Hispánica, posteriormente se graduó en Educación Social y se especializó en la vertiente sociocultural. Máster en Antropología social y cultural por la Universidad de Murcia y Máster en museos, educación y comunicación de la Universidad de Zaragoza. Participa habitualmente como colaboradora en diversos medios digitales y en papel, a través de trabajos científicos y reseñas. Ha participado en revistas de poesía y espacios literarios (La Galla Ciencia 2014, el número especial de Empireuma 2014, El coloquio de los perros 2015, Opticks Magazine 2015, El Axolote 2016, Círculo de Poesía 2016, Primera Página 2016, digopalabra.txt 2016, entre otros). Divide su labor actual entre sus investigaciones sobre arte y educación, la poesía y el comisariado pedagógico en arte contemporáneo.
CASI POR UN DELIRIO DE LOS ESTADOS
Casi por casualidad llegamos a esta noche
(no puedo desmentirla)
por la diferencia entre lo que otros han hecho
en otro lado del planeta
y lo que a medio día hemos cocinado.
Casi por un delirio de los estados
nos han dejado vivir un día más
en unos mártires que se hacen llamar cuerpos.
Casi por casualidad me doy de bruces
con el mayor de mis temores
y le digo: ven, acércate…
las noches son casualidad,
llevan sucediéndose lo que el sentido
no abarca pero podrían no estar,
fenecer, ser más oscuras y no personarse.
La luz de la mañana sería de otro sol,
al estruendo de su adverso ciclo negro.
No clarificar esa opacidad sería tal
como perder el color
en la desmembración de unas personas
que no hayan sido nunca acontecimiento nocturno.
Casi por casualidad,
digo esto.
Concurren los desconocidos del mundo
en el mismo atolladero.
Que se abandonen será otra casualidad.
LOS DESTROZOS PUEDEN SER MÁS QUE DESTROZOS
Un día destruiré los destrozos
todo lo que pueda y más
hasta que cambien de nombre
y no puedan llamarse así de trillada su casa.
Hasta quebrar su médula
como quien descubre que no quiere ser ese
que le mira y fija un grito en el espejo
que le acompañará para siempre.
Sin saber cómo, lo haré,
estacionando la hoguera que no perece
porque es inmune al viento, las soledades y las miserias;
dejando una fiebre rencorosa en una capilla
impenetrable, de cuerpos o de espíritus.
Tal como lo veo, el día se acerca.
Destruiré los destrozos para que no me sobrevivan,
los elevaré a un rango de amor,
un balbuceo de penitente que sea puro en el cielo.
DIRECTIVIDAD
«Los cuerpos de todos quedarán al
descubierto»
CESARE PAVESE
Una agitación cerebral
en el momento en que la voz nos falte
cosiéndonos la punta de la lengua
como cerilla prendida de rabia,
por ser añoranza y empuje al mismo tiempo.
Sobre toda palabra conocida,
los árbitros de la hecatombe.
Y una hora más tarde: el aspecto de un rayo
en la raíz leve de un sueño.
Todas las cabezas en fila,
brillando en estela, encerando
el perfil de un ave salvaje.
ASÍ HE PREFERIDO VIVIR
Así he preferido vivir: saltándome el pan
y los agasajos, haciendo estirpe de mi elección.
Así he dejado de inclinarme muy hacia el recuerdo y
al recurso de la convulsión.
Muy tarde para entonces, haber encontrado hogar
en los rostros peregrinos que me pedían dormir
y ser enhebro de instantes absurdos.
COMO UNA MATRIOSKA
Todo el tiempo fue repulsa,
atestado que cayó y sobrevino
de las hojas descubiertas.
Había aquí un anhelo prieto
en conexión directa con mis manos.
Había aquí alguien sin futuro
y una sombra nocturna.
Una vez sin vivir el otoño…
no es posible jamás;
ruinosa la separación de los brazos,
el centro más feroz donde
todo borde se bosqueja,
salido de cuentas y esperando nacer,
cuando lo vivo ya no sea posible.
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1 comentario
No soy una experta en poesía, pero se, que cuando leo y percibo y siento y me mueve algo en mi interior que fluye, que me cuenta y lo que me cuenta me lleva hacia lugares y vivencias, eso me gusta mucho!!!! Gracias por compartir!!!